La Musicoterapia aplicada a los procesos de envejecimiento con o sin patología, puede ser profundamente beneficiosa para las personas que deciden vivir esta experiencia. La música y la danza permiten generar espacios de bienestar físico y emocional tanto a nivel individual como en pequeño grupo.
Actualmente, en colaboración con Cruz Roja Zaragoza, acompaño a tres grupos de personas mayores en diferentes momentos y situaciones vitales y cada semana, en una sesión de una hora, compartimos voz, música y movimiento con los siguientes objetivos:
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Mejora del estado de ánimo a través del cultivo de la alegría y la belleza, así como de dar espacio a emociones necesarias como la nostalgia o la tristeza por pérdidas propias al proceso de envejecer.
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Desarrollo de la atención y la memoria a través del juego, así como de la autonomía
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Fomento de la autoestima y el sentido de la propia validez como ser humano